Este octubre nos tomamos una semanica libre y nos fuimos para Almería, lugar de ricas tapas y mejores playas. Por un temilla de última hora al final salimos un dia más tarde con lo que la visita al Far-West almeriense quedará pospuesta para otro momento. En esta ocasión nos limitamos a visitar la ciudad y recorrer el fantástico Cabo de Gata.
La verdad es que vale la pena perderse por la zona y quedarse un rato en cada una de las playas para disfrutar del paisaje y del sonido del agua y la arena, cada playa tiene un sonido. Yo había estado en verano pero en esa epoca del año hay demasiada gente y no se disfruta igual, cuando realmente se aprecia el carácter salvaje del territorio es ahora, cuando empieza a hacer frio. Si encima teneis la suerte que tuvimos nosotros de que hiciera viento del norte que limpiara el cielo y que el sol brillara la cosa es ya ¡pa'mear y no echar gota!. Las playas que más nos gustaron fueron las de Monsul [
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4] y la de Las negras [
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2]. Muy recomendable es ir al faro y extasiarse con el arrecife de las sirenas [
1], antaño plagado de focas monje y tambien acercarse a ver la abandonada mina de oro de
Rodalquilar [
1]. ¡Ah! ¡No os perdais las Salinas! [
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En la ciudad de
Almería es recomendable quitarse el miedo al barrio chungo que hay justo debajo y visitar
la Alcazaba [
1]. Nosotros fuimos cuando atardecía y no nos pasó ná ¡palabrita del niño jesú!
La catedral no está mal pero tampoco es nada del otro mundo. Lo que si que es espectacular de ver es
el Cable Inglés, un abandonado cargadero de mineral situado al final de La Rambla. Otra cosa curiosa de ver si vais ahora, aunque no sea un monumento histórico, es el
Saipem 7000 [
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2] la segunda grua maritima más grande del mundo que actualmente está construyendo el gasoducto de
Medgaz que ha de proveernos de gas natural de
Argelia.
¡Ah! Si por un casual vais a visitar el Museo del Aceite de Oliva que sepais que, al menos en esta época del año, solo abre por las mañanas ¡menudo chasco nos llevamos!